sábado, 21 de junio de 2014

SIMBOLOGÍA MASÓNICA

A: L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.

El hombre es una energía superior. Nace y crece dentro de una estructura humana de tercera dimensión ajustada a un proceso evolutivo para desarrollar su verdadera identidad divina que originalmente desconoce. Es un diamante en bruto que se debe ir tallando hasta descubrir su verdadero valor como parte integral de una Emanación Primaria y Eterna. 

La Masonería involucra al hombre en su talla y reestructuración mediante el desarrollo de sus virtudes ocultas utilizando el lenguaje de la mente en forma de símbolos, y así entender su objetivo como ente individual y gregario. 



Los símbolos básicos que utiliza la Orden Élus Cohen -y muchas Órdenes masónicas- son la escuadra, el compás, la plomada, el mazo o martillo, el buril, la espada, el antifaz, la letra phi, la colmena, la Escala de Jacob, el ∞ y la ∑, y el gran esquema del Árbol de la Vida. 

Las figuras geométricas que se involucran en el esquema simbólico son el punto, el círculo, el cuadrilátero, el triángulo, la pirámide y el Ojo de Horus. 

El léxico es secreto y universal para todas las Logias masónicas del mundo con el propósito de comunicación exclusiva entre HH, ajenas al entorno profano. 

La Orden de los Caballeros Masones Élus Cohen del Universo es formada por Logias justas y perfectas que se rige por el Rito Escocés Antiguo y Aceptado con sus 33 grados representados en 10 grados Élus Cohen (3 triadas de 3 y un grado post-mortem). 

Los tres primeros 1-2-3 corresponden a la Masonería Iniciática, los tres siguientes 4-5-6 a la Masonería Simbólica, los tres siguientes 7-8-9 a la Masonería Filosófica, y el último a la Masonería Sublime. 

En los Élus Cohen la temática e implementación de los símbolos masónicos solo son profundizados en los grados 4, 5 y 6 de la Masonería Simbólica, cuando ya se suponen superadas las barreras más ásperas del universo profano, y donde el Iniciado a través del tiempo y su abnegada entrega ha demostrado dotes de un horizonte masón cuando la honestidad, la discreción y la prudencia han formado parte de su condición como hombre. 

Los grados 1-4-7 corresponden al grado de Aprendiz; los grados 2-5-8 corresponden al grado de Compañero Masón; los grados 3-6-9 al grado de Maestro Masón. El grado 10 es el grado: 

Gran Supremo Élus Cohen R + C 

Todos los grados son potestad de un M:.Q:.H:. Libre Iniciador, autorizado, excepto el último grado que puede ser por potestad de un M:.Q:.H:. Libre Iniciador o por cualquier otro Hermano Élus, independiente del grado que lo acredite. 

Es importante que los QQ:.HH:. autoricen por escrito a sus familiares su decidida intención (una vez trascendidos hasta el Oriente Eterno) de ser revestidos con su traje ceremonial de Círculo Interno, manos cruzadas sobre el pecho y daga adherida con cinta sobre su plexo solar para recibir su décimo grado iniciático en compañía de sus QQ:.HH:., en lo posible. 

Posteriormente se procede a orar el Avinú para luego escucharse el Nessun dorma, posición en orden por el H:. o los HH:. presente (s). 

LA ESCUADRA 

Proviene de la raíz latina ex-cuadrare que se corresponde geométricamente con la mitad diagonal del cuadrado perfecto.

El Iniciado masón desde el momento de su sublime iniciación queda ubicado en el centro de una pirámide de luz en cuyo vértice se encuentra el Ojo de Horus, el sagrado testigo de sus acciones, pensamientos y omisiones, y cuya base se forma por los 4 vientos así: Al norte el Conocimiento, al occidente el Carácter, al sur el Consciente y al oriente la Verdad. Todo en Honor y Gloria del Gran Arquitecto del Universo. 



El cuadrado es formado por dos triángulos. La escuadra perfecta es formada por un ángulo de 90 grados y dos ángulos de 45 grados. 

La falsa escuadra se forma por dos reglas unidas por uno de sus extremos que gira libremente para trazar ángulos mayores o menores que el ángulo recto. 

La Escuadra + el Compás constituyen el escudo masónico universal por excelencia. 

La Escuadra es obligante al iniciado masón desde su ingreso a la luz en cuanto a su triple condición básica como ser humano: 

Honesto, discreto y prudente. 

El símbolo de la Escuadra utilizada en la masonería contiene los dos catetos; la hipotenusa no se dibuja y está determinada por el ángulo recto de la figura que posteriormente se complementa con la Plomada para encontrar no el equilibrio de la escuadra sino el centro de gravedad del practicante. El centro de gravedad en el hombre hacia la evolución generalmente no coinciden con su punto de equilibrio; es el estado más allá de lo académico y convencional. 

La puesta en orden y el saludo del masón Élus consta de tres escuadras significando los 3 cielos, al colocar el puño derecho sobre el corazón en forma de “garra de león”, brazo izquierdo doblado en ángulo recto a la altura del hombro, pulgar e índice (junto con los demás dedos) en ángulo recto y pies en forma de escuadra o signo pedestre

Contenido simbólico de la escuadra: 

Tercer cielo o AIN SOPH AUR, escuadra de pies. Tres virtudes: Sinceridad, Rectitud, Gratitud. 

Segundo cielo o Ain SOPH, escuadra del brazo. Tres principios: Moral, Criterio, Equidad. 

Primer cielo o AIN, escuadra de mano izquierda. Tres realidades: Dignidad, Justicia, Humildad. 

Nota. En la Masonería azul o simbólica se utiliza la escuadra gutural que se forma colocando en ángulo recto los dedos índice y pulgar sobre la garganta. 

Las tres virtudes 

La sinceridad implica no engañar cueste lo que cueste, no mentir pase lo que pase y hablar mirando siempre a los ojos. 

La rectitud involucra equilibrio en el comportamiento de tal manera que el pensamiento sea proporcional a la acción y la acción proporcional al pensamiento, permitiendo siempre que actúe el corazón y no la mente. 

La gratitud implica desmenuzar la convivencia y el apoyo en términos de continuidad como la expresión más ordenada de la conciencia. Es la virtud maestra de todas las virtudes que permite amalgamar la expresión de amor con la humildad en todas sus manifestaciones. 

Durante tres meses el Q:.H:. el Aprendiz debe sólo concentrarse sólo en la práctica consciente de estas tres virtudes para ir posesionando la escuadra. 

Recuérdese que masón no es decir sino Ser. 

Las tres virtudes se van transmutando en los tres principios sin perder su esencia y éstos en las tres verdades. El trabajo del verdadero Iniciado masón radica en trabajar con disciplina y constancia la Escuadra con el apoyo de otros recursos simbólicos. 

Marcha del aprendiz masón: 

Posición garra de león y puesta en orden, tres pasos en escuadra con energía elevando la pierna derecha, elevando con suavidad la pierna izquierda y repitiendo a cada paso cada una de las virtudes. El propósito de la marcha es insinuar no desviarse jamás de su camino de virtud. 

La marcha normalmente se aplica al ingresar a cada taller, al saludar al Venerable Maestro o Ilustres visitantes dentro del recinto de trabajo, o al transitar de occidente a oriente por el camino de fuego en posición de Aclamación y Presencia. 

“Un gran paso para la humanidad, un pequeño paso para el hombre”. 

EL COMPAS 

Es el símbolo de la Unidad Natural formada por el origen, la causa, el efecto y la esencia. Es el instrumento para la confección del círculo, la más perfecta de las figuras donde reúne sus extremos en dos puntos que se funden en el perímetro de su esencia. Gira en torno del punto que es el origen de la Manifestación y su superficie evoca la causa y el efecto de nuestros límites de voluntad y comportamiento donde las ambiciones humanas son controladas por la razón. El compás se asocia al símbolo de la Lógica que se basa en la estructura de la razón que modera nuestros actos más allá de nuestros mismos objetivos. Es la herramienta de la geometría, de la artes y de la más sublime de nuestras realidades, la arquitectura humana. 


Como entes pensantes y gregarios debemos entender nuestras respectivas fronteras morales e ideológicas las que jamás deben traspasarse. Es menester identificar el final de nuestros propios derechos hasta obligarnos a respetar los derechos ajenos. 

Por el contenido filosófico del compás el hombre debe entender el límite de sus ambiciones mismas para fortalecer el entendimiento, cultivar la inteligencia, entender la humildad, devaluar la arrogancia y enardecer la gratitud. 

Cuando el aprendiz masón haya construido su escuadra, estará en capacidad de trabajar en la estructuración del compás de sus aspiraciones. 

MARTILLO Y BURIL 

Tal vez dos de las herramientas más usadas en la construcción del hombre en su reconocimiento divino y su formación moral son el martillo y el buril. Recuérdese que el diamante en bruto debe tallarse para dar forma al valor intrínseco del material humano. Es la alquimia de lo divino hacia lo Divino, el ícono más sublime de la inmortalidad. 

El martillo simboliza la disciplina y la constancia de su desarrollo interior. Un alma sin disciplina es un alma errante colmada de objetivos sin metas y deseos insatisfechos que prolongarán su dolor y su ilimitada ambición en esta dimensión. Un ser inconstante se convierte en una fábrica de fracasos que más temprano que tarde se reflejaran en un manojo incontrolable de enfermedades tanto físicas como psíquicas. 


La ausencia de disciplina y de constancia en el hombre atentan contra la moral humana; su imagen se deteriora, su autoimagen se empaña, su verdad se ausenta y se anula la personalidad. 

La disciplina y la constancia conforman la perpendicular del poder, virtudes que se simbolizan en el Mallete o doble mazo de mando y obediencia que manipula el Muy Venerable Maestro de una Logia masónica para magnificar poder y exigir obediencia. 

El Buril va marcando el derrotero y grabando el carácter del tesoro humano que no es nada distinto a la paciencia multiplicada por las condiciones afectivas, dando como fruto sus rasgos propios de personalidad cuando se unen a sus rasgos físicos suavizados por un controlado temperamento en su quehacer profano. 

ESPADA Y MALLETE 

La espada ha sido tradicionalmente interpretada, desde el momento que el hombre comenzó a forjar el hierro como una herramienta de poder, incorporando sustancialmente un sentido intrínseco de prevención, más allá del ejercicio de la muerte en legítima defensa. 

La espada conjuga los cinco elementos de la naturaleza de tal manera que el elemento tierra es el génesis del acero, el fuego que le da la forma, el agua a través del cual se templa, el elemento aire de donde se ondea e impone y el espíritu de donde fluye y permanece la Esencia que sostiene la eternidad. 


Para los masones Élus Cohen, se diferencian dos tipos de espadas: espada plana de un filo y espada flamígera de doble filo. La espada plana simboliza los conceptos yang de poder y ying de virtud, las herramientas básicas de la protección que se empuñará siempre con la mano derecha en las T:.C:.I:., en la ritualística Mágica- Cohen, en las Ceremonias de Iniciación al candidato de primer grado, y en las ceremonias de meritocráticas exaltaciones para los QQ:.HH:. de la Orden. 


La espada flamígera simboliza en los dos lados idénticos el honor (yang) y la dignidad (ying) forjados con el fuego perenne que conforman el material que caracteriza al verdadero masón quien con experiencia y humildad haya alcanzado la más depurada de las maestrías. 

La espada flamígera nunca se envaina porque el fuego renueva eternamente la naturaleza; permanece dentro del taller al lado izquierdo del M:.V:.M:. quién la tomará con la mano del mismo lado en las T:.F:.M:. para abrir y cerrar los trabajos de Logia al invocar la presencia del G:.A:.D:.U:. – Así mismo, la porta el Guarda Templo en las T:.C:.I:. quién la empuñará siempre con las dos manos. 

El Mallete es el símbolo de poder del V:.M:. para imponer orden, resonar batería y aceptar o remover mociones. Se encuentra al lado derecho del Venerable y se usará con seguridad pero sin violencia pues el poder es el fruto de la razón y la semilla del entendimiento. Debe ser de madera y contorneado de brillo para expresar un reflejo armónico de justicia y armonía, la dicotomía sagrada de la decisión presente en las dos caras del mazo. 


Honor y Dignidad 

El Honor es el elemento más depurado a alcanzar de la divinidad humana. Más que una cualidad humana es la norma de vida de los dioses que enaltece al hombre para reencontrarse con la verdad, más allá de la moral y de la rectitud. 

Puede entenderse como el reflejo perfecto e inequívoco de la evolución superior y mientras la moral y la rectitud son virtudes a adquirir, ubicadas en la base de la simbología piramidal, el Honor es la esencia a alcanzar que siempre ha permanecido y permanecerá en el vértice. Los masones del mundo en su mayoría, aunque tenemos bien posicionado el concepto de honor cuando expresamos Honor y Gloria al G:.A:.D:.U:. , aún no hemos incorporado su luminosidad; el Honor no pertenece al universo de la forma sino a la esencia del YO SOY. 

La dignidad es un concepto más humano como una extensión de “digno” - expresión del merecimiento – o una actitud de altura en la acción. Cuando se asume la dignidad se entiende que la actitud involucra responsabilidad, seriedad y respeto. La Masonería exige en su filosofía de comportamiento y a través de su simbología que se mire con Honor hacia el Empíreo y se actúe con dignidad en todos los compromisos de la vida. 

Felas du Richard

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